No Tutto Passa.

 



Sé que RoRo, persona maravillosa a la que le prometí mi siguiente artículo, me sabrá perdonar por faltar a mi palabra. Y es que esta carta sin marcar no debería existir, mis labores como articulista y opinólogo se encontraban suspendidas hasta el 2 de septiembre, día en el que haré las dos recuperaciones que me tocan este curso, pero he tenido que ponerme la capa de superhéroe para en este caso, salvarme a mí mismo. 

Me encontraba en silencio en mi habitación cuando un pensamiento se entrometió en mi mente, de forma absurda y sin sentido, impidiéndome continuar con el disfrute de de una tranquilidad que tiene como fecha de caducidad mañana a las 8:30 de la mañana. 

Me he dado cuenta de que esta (mientras escribo) es la única vez que le leeré lo que escribo, hace una semana y media, mi gran amigo y protagonista de este Blog, Xabier Trotiño, me contaba en un audio lo que había ocurrido tras recitar mi último artículo "Todo se tambalea." Tras escuchar el audio acudí inmediatamente al ordenador. La intriga colapsando mi pecho. "¿Qué cojones habré escrito yo?" pensaba mientras buscaba el escrito. Intragram, lupa, xabitroit, pincho enlace y abro la publicación. No pasé de la foto de Carlos González y Enrique Bunbury.

Ese no ha sido el único intento fracasado de leer lo que había escrito sobre el miedo y las dudas, de hecho, para que mentir, todavía no lo he vuelto a leer. 

Me he dado cuenta de que soy incapaz de verme en una foto o un espejo, esto no se debe a una serie de complejos que hoy asedian a las personas de mi edad, por suerte para mí estoy libre de estos martirios. No de otros. No soy capaz de leerme, ni siquiera en Vloonk, lugar en el que opino de asuntos de política y actualidad, temas que ya he masticado mucho. 

Pensando en el por qué de esta cuestión recordé el "espejo de la verdad" en el que David Goggins (sí, un Navy Seal que está mal de la cabeza, no siempre se puede citar a bohemios) hacía introspección y se decía esas cosas que uno nunca quiere escuchar pero que siempre debe escuchar. Quizá temo esas verdades. Quizá cuando me veo o leo no encuentro las ideas preestablecidas que componen lo que en teoría "Fermarín" es.

Quizá de las tres F, Fermarín, fuerte y formal (permítanme no llamarme feo en mi propio artículo) solo es real el no vine aquí para hacer amigos y el para qué discutir si puedes pelear. 

Me encuentro en mi peor estado físico en mucho tiempo, la disciplina en el entrenamiento, cosa que me caracterizaba, se ha perdido en este último año, la obsesión por aprobar me ha salvado la carrera laboral pero me ha mermado en muchas otras aristas. El absolutismo, que nada tiene que ver en este caso con un régimen político sino por una filosofía adoptada por mí y por mi amigo Milo, consistente en entrar en una vorágine de disciplina que aspire a la perfección en todo le ha hecho contra a su nombre, no es absoluta, lejos de ser ilimitada, presenta como su mayor defecto sus límites acotados. No te lleva a una especie de super hombre nietzschiano (Nietzsche no me agrada, pero que se entienda el ejemplo), por lo contrario te conduce a un autoengaño, he tenido la sensación en todo momento de hacer las cosas de forma brillante, me creo una persona seria con los entrenamientos y floja con la dieta, no, este último año he sido flojo con el entrenamiento y desastroso con la dieta, no he tenido la inteligencia para darme cuenta. No falta sentimiento como canta Carolina Durante, falta inteligencia.

El fin no es explicar mi estancamiento en press de banca sino el temor que me produce esta serie de verdades incómodas que pretendo evitar tras una "filosofía" que te lleva a pensar que sí estás afrontando esas verdades. 

Xabi siempre que habla de amor lo define como eso que le gusta a todos (excepto al psicópata de Fermarín). Cuando no soy capaz de leer mi artículo no estoy siendo incapaz de leer cuatro letras mal escritas, cuando no soy capaz de leer mi artículo no estoy siendo capaz de plantearme por qué a mí no me gusta eso que le gusta a todos. Cuando no me puedo ver en una foto no es que me den asco mis orejas grandes, sino que no quiero ver por qué me atrae más caminar 80 km en una noche, estar dos días con las plantas de los pies en carne viva que salir una noche de fiesta. Incontables veces he mentido respondiendo a preguntas, dejando de la lado la verdad y utilizando como criterio de respuesta una suposición de siguientes preguntas. Si respondo "Sí" me pregunta esto y esto otro, si respondo "No" me pregunta solo esto, vale, pues "No." 

He vuelto a abrir "Todo se tambalea." He vuelto a evitar leerlo. 

Hablo con Xabi a menudo que nuestros artículos acaban muy mal, no somos capaces de evolucionarlos hacia un final, nuestro río no desemboca, después de atravesar toda la montaña sale de su cauce y se desborda sin sentido. Hoy tampoco encuentro un mar en el que desembocarlo. Quizá no quiero ver que mi vida ha cogido caudal, pero tampoco tiene dirección hacia un final, todo son contradicciones, querer un buen físico entrando intermitentemente como ahora, querer un futuro laboral exitoso (en esto considero que voy bien) y no estar dando todo lo que considero que podría dar, y mi mayor caos, el amor, mi mayor contradicción, querer una familia con muchos hijos, siendo para mí una odisea cruzar tres palabras con alguien que no conozco, no por vergüenza, por desinterés.

Esas putas 13000 palabras me van a joder los planes de futuro. Aún por encima soy un chico de 5000 o, a lo sumo, 5500, es decir, la diferencia aumenta a 14000 o 14500. 

Una hipocresía más, el adalid del Mediterráneo Moral vive como un protestante anglo, en fin, empezaré a beber cañas en la barra de un bar y algún que otro Negroni.

En un año espero poder escribir "Tutto passa" y comentarles que todas esas contradicciones ya no existen, que la foto, el espejo y las lecturas, se corresponden con las ideas prestablecidas que definen al "Fermarín" del futuro. Hasta entonces.

Comentarios

Entradas populares