¿Qué demonios hago yo aquí?
Es 7 de diciembre, día de las últimas vacaciones que tendré en 18 años. 2 días (y unos cuantos años) después de mi nacimiento. Su madre y yo lo planeamos al detalle, yo quise otro miembro del club de fin de año, su madre aceptó dos Sagitarios en casa; aunque eso del horóscopo le dejó de interesar hace ya algún tiempo (a mí nunca me importó pero a una chica tan guapa había que hacerle creer que sí). Deseaba un primogénito varón, con mi mismo nombre con un "junior" imaginario siguiéndole, pero como una canción de Sabina (que en paz descanse) de cuyo nombre no consigo acordarme: "fue niña, niña pija ni siquiera varón".
Al primer hijo que tuve me costó ponerle nombre. Su primer nombre iba a ser puzles, para que al lanzar la pregunta al aire: ¿Por qué este bar se llama puzles? Algún enamorado de los 2000 dijese: ESE ES EL PUZLE. Pero no, mi primer negocio, tras dejar de ser un esclavo de los hoteles se bautizó como el Goyo's. Esta niña que acabo de ver por primera vez no podrá ver jamás al ser que inspiró el nombre. Ni a su bisabuela, la segunda persona más buena que jamás conoceré (ni pensar en que mi hija no sea la primera). Me entristece, pero a la vez me alegra y aterra, el pensar que esos ojos nunca han visto el mundo.
Dulcinea y yo hablamos largo y tendido sobre como criarla durante estos nueve meses, y ya antes en el tiempo que llevamos de relación: nada de móvil hasta que cobre su primer sueldo, en casa a las 8 hasta los 16, colegio sin comedor... Pero aunque hayas preparado cada segundo de su vida a tu lado, es ver esos ojos cerrados y ese llanto indicativo de salud y no hay plan que valga. Decidí algún tiempo ceder parte de mi negocio a un amigo, con objeto de tener más tiempo en casa, lo cual no sentó bien a Aimar y su caña diaria al otro lado de mi barra. Llevo años dedicando gran parte de mi tiempo a ese bar, para darle una buena vida a mi mujer y mi futura familia. Mi chica era abogada principiante cuando nos conocimos hace 9 años, y hace 4, viendo que el Goyo's iba bien y ella estaba harta de aguantar a jefes, abrió una gestoría, con su novio como primer cliente. A los 7 años de relación, un 7 de julio, a las 7 de la tarde me declaré, con minuciosidad en el tiempo, para ver si así Dios daba el visto bueno. Nos casamos al año siguiente, en esa clase de boda estresante, con todo tu empeño puesto y disfrutada por todos menos por ti porque las flores de fondo salen desencuadradas. Estaba preciosa de blanco. Quién me iba a decir a mi que el mejor día de mi vida no iba a ser la final de copa en la que Iago Aspas levantó su primer título como entrenador. La luna de miel fue en Italia, gasté mis ahorros restantes en un descapotable y una casa en la toscana para pasar un mes (lujos de ser tu propio jefe). Fue magnífico. Poco después empezamos con el sueño de la paternidad, y aquí estamos, desean.......
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Es 1 de octubre de 2024, suena el despertador, tengo una hora para levantarme e ir a clase. Joder, vaya sueño más bonito, pero era muy irreal que el celta ganase un título
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