3 puntos

 Puntos de sutura que agarran la piel. Hilo conductor de todos mis problemas, tapados con una fina línea, a riesgo de romperse al mas mínimo problema. Cobre neuronal en lo mas profundo de mi cabeza protege ese hueso intangible llamado nosotros, porque tú eres tú, pero yo soy nosotros, ese yo consciente, ¿ego y superyo? No, yo, yo y yo. El yo triste el yo contento; el yo que habla, el yo que escucha; el yo despierto y el yo dormido. Dime como protejo lo invisible de la mente, del golpe mortal de la fortuna.

Puntos de confección componen mi jersey, hecho de lana, luchan por no romperse, abrigándome la piel, mostrando su marca, marcándome mi ser. Que divide el punto con el abrigo, que hace lo micro, macro, y lo macro eterno. Lana de oveja esquilada con cuchilla, criada en cautiverio, cautivada por un manojo de hierba. Que te diferencia a ti de la oveja, y ese aparato de la hierba.

Punto y aparte separa mi texto, punto y final termina mi obra, todo está condenado a ese punto que esperas no poner, puesto es imborrable, cuando las tres hermanas que tejen tu vida con hilo de oro deciden cortarlo, simplemente punto. ¿Tienes una mayúscula para seguir? No me lo preguntes a mi, pregúntale a Dante, cuando salga de su infierno, si es que sale de ese estanco y azufroso lugar, llamado página 53, y en el que sigue desde hace un año