Carta al ayer y al mañana.
Al igual que Xabitroit mi último artículo del año será un pequeño resumen de este 2024 y, como me gusta más ver hacia el futuro que hacia el pasado, lo acompañaré de una serie de reflexiones y objetivos para este año venidero.
Si tuviera que puntuar mis últimos 365 días (permítanme asumir que el día de mañana no variará esta nota) lo haría con un 6. Los primeros ocho meses del año podrían perfectamente llevarse un ocho pero estos últimos cuatro no están ni cerca de aprobar, siendo septiembre el peor con diferencia.
Enero y febrero comenzaron con éxitos, nueve asignaturas aprobadas de diez en ese cuatrimestre. Tributario 1.1 fue la que suspendí, los impuestos siempre dándome por el culo. El resultado se puede considerar brillante. En cuatro meses había aprobado lo que mucha gente aprueba en todo un año. Marzo, abril, mayo y junio fueron más de lo mismo. Otra vez nueve asignaturas superadas de diez. Esta vez fue Tributario 1.2 la que se quedaba fuera de la cesta, los impuestos seguían dándome por el culo. Hasta aquí físicamente me mantuve, entrenando no todo lo bien que se podría, pero entrenando. El 10 de junio escribí mi primer artículo en un blog propio que acabé abandonando por este. Hable usted con propiedad se titulaba el escrito. Para sorpresa mía hay gente a la que le gusta lo que escribo. No es inteligente menospreciar a mis (muy pocos) lectores pero este fenómeno solo se puede deber a dos motivos, uno es el gran cariño que tienen hacia mi persona y otro es la falta de lectura generalizada en día de hoy. Quien no conoce a Dios a cualquier santo le reza. Quien no lee a Quevedo o a Dostoievski con cualquier Xabitroit o Fermarín se conforma. La mayoría de ustedes son de la primera clase. No me quiero adelantar pero uno de los objetivos tiene que ser dejar de lado la soberbia. También escribí en Vloonk, cosa que la niebla mental de los últimos cuatro meses me impidió continuarlo. Por mucho que le duela a mi compañero aquello es más serio que esto.
Julio y agosto fueron monopolizados, de forma muy grata, por el chiringuito al que Xabi en su artículo define como un oasis de felicidad. Coincido con la definición. Quizá eso fue el germen de los meses venideros a razón de lo explico en Todo se tambalea y que no tengo ganas de repetir. A modo de resumen: una sensación de niebla, de ir a destiempo y de desencanto de uno mismo.
En los malos meses no todo ha sido negro, hay cosas a recatar. El camino de Santiago a finales de septiembre fue un repunte enorme que, si algo tengo que achacar, es que fue muy poco duradero. La sensación negativa volvió, con menos fuerza pero volvió. Dudas sobre el futuro y sobre el presente son todavía hoy la dieta que sigo a rajatabla. El hecho de haber realizado lo más complicado de la carrera el curso anterior me otorgó una sensación de campeón prematura, la cual trato de matar para volver a estar al 100% este curso. Nuevos intereses ocupan también mi cerebro.
Por cierto, recuperé Tributario 1.1. No tuve el mismo resultado con Tributario 1.2. Los impuestos no dejaron de darme por el culo.
Por último y no por ello menos importante y antes de pasar a hablar sobre el futuro no puedo no comentar lo que considero mi gran éxito de este año y es el desarrollo y la evolución espiritual. No entro en detalle porque estas cosas prefiero guardármelas para mi, pero no podía no mencionarlo.
No creo en esto de los propósitos y tal. Siempre me han parecido excusas para no hacer hoy lo que tienes que hacer. Probablemente sean exactamente esto pero pese a ello estos días sí que son propicios para reflexionar y pensar sobre que hace uno con el tiempo del que dispone.
En primer lugar los objetivos más superficiales, los "retos físicos" que por otra parte, aunque son las típicas cosas que la gente se suele proponer son los que más probablemente vaya a conseguir. Esto no es especialmente meritorio dado que a mí me apasionan este tipo de actividades y las realizo con mucho gusto. Hablo de hacer una media maratón en menos de 1 hora 40 minutos, hacer nuestro clásico camino y los que llamamos "lo de Ponferrada". Volver a entrenar fuerte (un objetivo medible puede ser tirar 100 kilos en press de banca a 3 repeticiones). Como extras y en función de como vayan las cosas en otros ámbitos, por qué no una maratón completa y extender el camino hasta Finisterre.
Otro es aprender a escribir. Pero bien, con sus reglas gramaticales y esas cosas. Volver a Vloonk y escribir un artículo como mínimo cada dos semanas.
Acabar la carrera sin tener que ir a septiembre, por supuesto.
Hablo mucho en mis artículos de ello y es mi máxima aspiración, sobre todos estos meses. Estar a gusto con el hombre del reflejo. Estar orgulloso de él. Reconocerlo y hasta presumirlo. Dormir tranquilo sabiendo que es él el que sale reflejado. Puede parecer abstracto pero lo tengo muy bien definido en mi cabeza.
Y el que Xabi más está esperando. Eliminar al "psicópata de Fermarín". Una cantidad ingente de personas últimamente me dicen que "algo tengo" y la verdad me toca la polla, hago el chiste pero me toca la polla. No me molesta que lo digan, me molesta la posibilidad de que pueda ser cierto. Este objetivo implica matar al ego, a la soberbia, hacer florecer la empatía y la generosidad. Sustituir parte del individualismo por una conciencia mayor de "grupo" en un sentido amplio. Y todo este tipo de cosas. Eliminar al "psicópata de Fermarín" también es tratar de buscar algo a lo que jamás me treví pero que es piedra angular de mi objetivos a largo plazo. Big 2025.
Comentarios
Publicar un comentario