Final de capítulo
(Aviso de intimidades Xabitroit)
Hoy se cierra una relación. De esas que dices, ojalá no hubiera tenido que ocurrir, no por ella en si misma, si no por las causas que la provocaron. Dicen que a todo el mundo le viene bien ir al psicólogo alguna vez, yo fui obligado tras un brote psicótico, y, 5 años después se acaba aquí. No se confundan, no está curada mi psicosis (si controlada) si no que mi confidente se retira del confesionario y me toca abrir otro capítulo con un estudioso de la mente no religioso. Empecé hablando un poco de lo que me había pasado en el brote, hasta acabar contando lo alejado que me sentía de cualquier relación humana, que yo era un extraño incapaz de hablar profundo... aunque de eso hace ya cuatro años. Justo cuando creí haberlo soltado todo me tomé un descanso, mas que nada por la sensación de estancamiento y el sentir que tiraba 65€ a la basura; hasta el segundo.
El segundo brote vino peor y me pusieron una pedante de la seguridad social, con la que me dormía. Allí decidí volver a lo confiable, para seguir haciendo las cosas mal, bebiendo copas de mas, trasnochando, y mil vicios mas. Por suerte el tiempo todo lo puede y dejé de perseguir el mar dentro de una botella de ginebra (aunque no se lo crean ustedes). Me empezaba a ir bien este año, al estudiar con horario escolar, jugar al baloncesto, y después de sentarme desnudo en un piano beber con moderación. Había un debe que relataré con palabras textuales: "eres tú de charlar con mujeres e ir detrás de alguna, pero llevas tiempo sin nada así".
La vi en un paso cebra, llevaba medias beige, eyeliner blanco y ojos verdes don Jose Manuel. Así se acabará nuestra relación profesional, el broche perfecto para algo que iba en aumento. La felicidad que me parecía imposible hundido en la depresión se culmina con el cuelgue de una mujer bajita y risueña. Disfrute usted de su merecida jubilación, que yo seguiré igual de calavera
Comentarios
Publicar un comentario